5 escenarios fotográficos que no deberías perderte si visitas Venecia.

Si existe una ciudad en el mundo sobre la que se han vertido ríos de tinta,  esa es Venecia. Como diría Charles Dickens Venecia "supera la capacidad imaginativa del más fantástico soñador". 

Quizás por ese halo nostálgico que la envuelve, por su arquitectura romántica, por su belleza misteriosa o por ese poderoso atractivo que ejerce, la magia de esta ciudad es capaz de atrapar y entusiasmar a todos aquellos que deciden deambular por sus callejuelas y canales  .

Pero poco o nada podemos añadir nosotros a la literatura que envuelve esta encantadora ciudad, así que lo mejor que podemos hacer es recomendarte cinco escenarios fotográficos que enamorarán tu objetivo si decides visitar Venecia:

1.- Venecia, un incuestionable paraíso arquitectónico.

Decía John Addington que Venecia es "el Shakespeare de las ciudades" . Símbolo de grandeza perdida y fruto de dos siglos de pobreza, la herencia arquitectónica de esta ciudad se ha mantenido prácticamente intacta desde el siglo XVIII. 

Ser la primera potencia mundial marítima y gozar de vastos dominios hizo que Venecia fuese modelándose a golpe de pasados gloriosos. Construcciones y palacios bizantinos, góticos, renacentistas, barrocos, neoclásicos... Un envidiado tesoro que el autodenominado "Atila del Estado Veneciano", Napoleón, se encargó de saquear. 

Aun así Venecia sigue siendo un paraíso arquitectónico que ha permanecido a salvo de intrusiones modernistas, para deleite de sus visitantes.

Destacar la iglesia de San Marcos, un gran ejemplo de arte bizantino y la plaza que lleva el mismo nombre.

Junto a ella el palacio más famoso, el Palacio Ducal de estilo gótico italiano que aloja en sus dependencias una espléndida colección de arte. 

Los primeros de una extensa lista de monumentos arquitectónicos que podrás descubrir y fotografiar a cada paso.

2.- Y mientras todos duermen, Venecia se viste de majestuosidad.

A todos los que nos gusta la fotografía y en especial la fotografía de viajes, (esa que no te va a permitir volver mañana si olvidaste una captura concreta), sabemos que lo nuestro con los horarios, no tiene remedio. Y aún nos siguen preguntando que porqué viajamos solos!!. La respuesta es sencilla: porque no hay nadie que nos aguante. 

Cuando todos deciden que es momento de disfrutar de una romántica cena, de tomar una copa y divertirse o sencillamente, de cumplir con la necesidad biológica de dormir y darle al cuerpo el merecido descanso, el fotógrafo decide que armarse con el trípode y colgarse a la espalda esa pesada joroba de material fotográfico  después de un agotador día, no es un plan cualquiera. Es, el planazo.... 

Somos insoportables, we know!!... pero ¡qué le vamos a hacer!. Todo sea por esa fotografía sin los 750.000 turistas que aparecen de fondo y que quizás desvíen un poco la atención del elemento principal. 

Aunque si no te motiva mucho este plan A, puedes optar por el plan B. Levantarte cuando los gallos todavía van por el 7º sueño a por esa fotografía antes de que los despertadores hagan estragos en tus capturas, plan que pusimos en práctica para ver amanecer desde el río Ganges. Y si tampoco te convence, no te preocupes, que tenemos el plan C, que es la combinación del plan A y el B. Pero ¡advertimos!, sólo apto para cuerpos muy entrenados .  La nitidez de tu fotografía podrá ser cuestionable, pero la de tus ojeras, no. Y cuanto antes lo aceptes, mejor. Eso sí, todo esfuerzo tiene su recompensa, y Venecia de noche tiene una magia especial.

3.-  Canales, góndolas y gondoleros. ¡Qué bonito es pasear el amor por Venecia!.

Poco ha cambiado la Venecia actual de la que pintó Canaletto en sus magníficas obras allá por el siglo XVIII. Unos luminosos decorados de ensueño por los que podrás navegar en una de las elegantes góndolas que salpican los canales de esta ciudad. 

Y si hay algo que puede terminar de adornar esta romántica estampa es pedirle al gondolero que active el modo Caruso y se lance a cantar  aquello de "Oooh sooole mío...", como si no hubiese un mañana... Suena a cuento, no ?

3,2,1 despierta majo !!, porque no todo es tan idílico como parece. Lejos de quitarte la idea así sin anestesia, simplemente queremos darte alguna pincelada más aunque romántica, lo que se dice romántica, como que no. 

- Para empezar el sablazo que te van a pegar es elegante. La tarifa oficial es 80€ por un paseo de 40 minutos. 100€ si es a partir de las 19:00 horas. Si además quieres que el gondoliere te cante al oído o toque algún instrumento en particular, sigue rascándote el bolsillo porque estos servicios se cobran a parte. 

Para rematar, ningún gondoliere te va a pedir la tarifa oficial, sino bastante más. Vamos, que intentará "fare buon business" contigo.

Tanto, que puedes llegar a ver el doble de rayas en su camiseta. Lo que te va a obligar a aparcar el lado romántico para adoptar el gitaneo style más profundo. Y ojo no te pases del tiempo pactado, porque oficialmente son 50€ más. Vamos, que como no cierres bien todo el tema antes de poner tu lindo pie en la góndola,  te veo haciendo un "Schettino".

- Después de quedarte helado por el tema tarifa, si es invierno te recomendamos que recuperes temperatura porque vas a volver a quedarte tieso de frío y esta vez,  en el sentido más estricto de la palabra. El frío y la humedad harán acto de presencia desde el minuto cero y si no, fíjate en la nariz de payasete que llevan los de la góndola de al lado. Es la misma que llevas tú, tono arriba, tono abajo. Y si es verano, el calor y  la fragancia  " Eau de canal" te acompañarán durante todo el trayecto y más allá. Pero cierto es aquello de que el amor, lo perdona todo.

- ¡Ojo con el hit musical que solicitas!. La canción "Oh Sole mío" es de origen napolitano, no veneciano y algunos lugareños se irritan bastante al escucharla. Pero tú sigue haciendo amigos....

- Y un último apunte, porque tampoco es nuestra intención quitarte la idea del todo de la cabeza. El color negro de las góndolas, no es para darles un toque elegante a la par que señorial y distinguido sino porque van de luto, simbolizando el azote de la peste y la gran cantidad de muertes que ésta provocó en el año 1562. Molto glamour!!.

Por algo definió Thomas Mann a Venecia como una curiosidad de oscuros atractivos, "mitad cuento de hadas, mitad trampa". Lo que no es oscuro ni misterioso es que las góndolas y sus gondoliere son una de las estampas fotográficas más típicas y perseguidas de Venecia y no podía faltar en esta entrada. Y si aún así sigues pensando que Venecia sin paseo en góndola no es lo mismo, ¡adelante!. Enseguida verás como un gondoliere se frota las manos, pero tranquilo que seguro que es para entrar en calor.

 4.- El arte hecho máscara.

Uno de los escenarios que no hemos tenido la oportunidad de fotografiar y que nos volvería locos, sin duda alguna, sería el Carnaval de Venecia. Ese momento en el que una vez al año, la ciudad decide congelarse en el tiempo creando una atmósfera silenciosa, melancólica, y de tintes aristocráticos y burlescos.

La sofisticación de los disfraces, la elegancia de aquellos que los lucen en sus gestos y comportamientos y ese arte hecho máscara, sintonizan a la perfección con cualquier objetivo. Si bien es cierto que los precios durante esas fechas son prohibitivos,  no hay por qué preocuparse. 

Las máscaras siempre estarán allí adornando y salpicando de vivos colores muchos de los rincones de esta bella ciudad y será muy difícil resistirse a inmortalizar estos símbolos de origen burlesco.

5.- Piérdete y disfruta de la magia que Venecia esconde en cada rincón.

Las grandes obras arquitectónicas impactan por sí solas y es fácil que empañen otros muchos minúsculos detalles que aunque no tengan un porte tan distinguido, dotan a Venecia de ese no sé qué, que la hacen tan especial y auténtica. 

Sin lugar a dudas la mejor forma de que salgan a relucir es perderse por sus calles. Olvídate de los recorridos turísticos, de los mapas, de las señales, de las guías .... 

Pasea, descubre, respira y siente. Sólo así podrás captar la verdadera esencia de una de las ciudades más bellas del mundo.

Y hasta aquí los cinco escenarios fotográficos que te proponemos. Prometemos volver, quizás en Carnaval... Porque si de algo estamos convencidos es que lo mejor de Venecia, está aún por fotografiar. 

Puente de los suspiros

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