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domingo, 15 de julio de 2012



EL EJÉRCITO DE LOS SARIS ROSAS 

Pobres y sin derecho a la alfabetización. Violadas, maltratadas y obligadas a contraer matrimonios de conveniencia desde niñas, sólo por el hecho de ser mujer. Este era el futuro de miles de mujeres en India. Hasta que en 2006 una campesina del estado de Uttar Pradesh
decidió iniciar una lucha contra la dominación masculina y contra las continuas injusticias cometidas hacia las castas más desfavorecidas. Sampat Pal, nació entre arrozales de agua inmunda y viviendo las terribles consecuencias de la hambruna. Pronto mostró interés por aprender y su mayor deseo era ir a la escuela. Pero había nacido mujer y su futuro estaba ya escrito. Sería una analfabeta sumisa obligada a casarse a los 12 años y a perder su virginidad siendo impúber. Aquella terrible experiencia le hizo desarrollar una especial empatía hacia el dolor y el sufrimiento de las mujeres. Y decidió crear un ejército. 
El ejército de los saris rosas, el color de la revolución,  comenzó con 25 integrantes,  poco a poco fue descubriendo su fuerza y en la actualidad cuenta ya con más de 100.000 reclutas. Desde entonces han evitado violaciones, maltratos, y matrimonios infantiles. Han denunciado casos de corrupción y han conseguido que las subvenciones lleguen a los más desfavorecidos sin sobornos. No creen en las armas pero si tienen que usar el lathi ( palo de bambú que usan los pastores en sus labores ) para hacer entender a un hombre que no debe pegar a su esposa, no lo dudan. Si son atacadas, se defienden, no saben poner la otra mejilla. Pero además han conseguido que algunos hombres formen parte de su ejército y eso sí que hay que predicarlo a los cuatro vientos, porque es todo un logro.


JODHPUR
10 de septiembre de 2010

No nos queda más remedio que madrugar si queremos aprovechar el día. Son las 07:30 y ya estamos desayunando. Tostadas, tortilla, fruta y té masala en una terraza con vista a los jardines del hotel es un buen comienzo. Como cambian las cosas con la luz del día ¡!!



08:30 iniciamos la jornada. La idea es contratar un tuc – tuc. Es la mejor forma de aprovechar el tiempo y lo primero que tenemos que hacer es negociar el precio que finalmente cerramos por 350 IR  ( 5 € ) por todo el día y que nos llevará a ver los principales puntos de interés de la ciudad de Jodhpur.






Jodhpur, la ciudad azul que debe su nombre a las fachadas de sus casas, fue fundada por Rao Jodha en el s. XV. Tradicionalmente este color simbolizaba el hogar de los brahmanes o sacerdotes, pero lo cierto es que han adoptado este color también los no pertenecientes a esta casta. Se dice también que el azul refresca las casas y repele a los insectos.



La verdad es que en la ciudad se respira un indiscutible aire bohemio y misterioso cuando paseas por la maraña de callejuelas con olor a incienso y a cloacas que conforman el casco histórico de la ciudad. Protegida por una muralla de 10 kilómetros y dominada por el impresionante fuerte de Mehrangarh, el más bello del Rajastán, Jodhpur es parada obligatoria siempre que el tiempo y la planificación del viaje lo permitan.






Y nuestra planificación es muy clara. Muchas cosas que ver y muy poco tiempo, lo que nos obliga a tener una idea bastante clara de los lugares que queremos visitar y del tiempo que disponemos para cada uno. Iniciamos nuestro recorrido:


1ª visita: Palacio Blanco ( Jaswant Thada ).



Construido en su totalidad con mármol blanco en memoria del Maharajá Jaswant Singh II en el año 1899.  Nos tenemos que descalzar para entrar y a estas horas hace ya un sol de justicia. Vamos buscando  desesperadamente la sombra para no quedarnos ciegos y evitar quemarnos los pies.


En su interior diversas fotografías cuentan la historia de los Maharajás. Hay un plato con  propinas. No es necesaria ninguna vigilancia porque a nadie se le ocurriría coger ese dinero. Como curiosidad siempre dejan junto al billete una moneda de una rupia porque reza la tradición que trae buena suerte, así que las propinas siempre acaban en uno.




Es un lugar apacible alejado de las constantes aglomeraciones y el tráfico de Jodhpur y con unas impresionantes vistas al fuerte de Mehrangargh. Después de unas cuantas fotos continuamos nuestro recorrido.






2ª visita: Fuerte de Mehrangargh, hoy todavía propiedad del marajá de Jodhpur. Ubicado en lo alto de un cerro a una altura de 125 metros, este fuerte es uno de los más impresionantes de toda India.



Desde los bastiones del fuerte de Jodhpur uno oye cómo deben hacerlo los dioses desde el Olimpo, a quienes  cada palabra pronunciada por el infinitamente habitado mundo de abajo llega de manera clara e individual para ser registrada en los libros de la omnisciencia “

( Un Pilatos burlón: unas vacaciones intelectuales de Aldous Huxley )


Recomendamos en este caso el servicio de audioguía en múltiples lenguas previo depósito de pasaporte o de 2000IR. El circuito es muy entretenido y atractivo, la duración es de unas dos horas y merece la pena no perderse ni un solo detalle. Al final del recorrido, las personas que han alquilado este servicio, pueden disfrutar de una sala con cómodos sofás y ventiladores que viene muy bien para reponer fuerzas y recuperarse un poco


Hoy es domingo y hay muchísima gente, sobre todo turismo local, incluso coincidimos en la entrada con algún miembro del gobierno que viene en coche oficial. La  audioguía nos ayuda a llevar un orden dentro del entramado de patios y palacios de arquitectura rajputa.


El museo es un amplio muestrario de la  riqueza real india; un impresionante arsenal donde  cada arma es una obra de arte, la mejor colección de howdahs ( sillas para transportar a las personas a lomos de un elefante), una extensa colección de pinturas en miniatura, instrumentos musicales, palanquines, muebles, trajes, y un sinfín de artículos banales.
















Demostraciones varias, como la del curioso arte de ponerse el turbante,  actuaciones musicales tradicionales, y una espectacular vista panorámica de la ciudad de Jodhpur desde el fuerte, completan la visita.




Durante el recorrido Luís ejerce de fotógrafo oficial; familias enteras le piden posar delante de la cámara. Un poco de saliva para peinarse, borrar cualquier atisbo de sonrisa en el rostro, adoptar una postura erguida, una mirada desafiante, contener la respiración y salir corriendo hacia la cámara, es el ritual que todo modelo indio sigue cada vez que se pone delante del objetivo.


Todos quieren ver el resultado y les hace mucha gracia verse retratados. Algunos incluso repiten, borran la sonrisa de su rostro, posan … y a la carrera de nuevo. Menudo entretenimiento ¡!. No hay quien los entienda, o se esconden, o te persiguen para que les fotografíes.


Nosotros también somos objeto de unas cuantas fotos familiares, y de algún que otro “robado”. Nos imaginamos la conversación… mira estuve en Jodhpur y esto es lo que me encontré. Hablando de encuentros, mira que hay indios en India y nos cruzamos con nuestros compañeros de vagón de la noche anterior. Qué alegría se dieron ¡!! Como si hubiesen visto al mismísimo marajá. Qué majos !!

Seguimos capturando alguna que otra típica estampa tradicional. 




Son las 12:30 y decidimos dar por concluida nuestra visita y continuar nuestro recorrido hacia el siguiente objetivo. Abandonamos esta impresionante fortificación con la sensación de sentirnos un tanto observados.





3ª visita: Clock tower y el Bazar Sadar.




Hemos quedado con nuestro conductor dentro de media hora en la torre del Reloj, centro neurálgico de Jodhpur. Bajamos andando desde el fuerte. Callejear por el casco antiguo de esta ciudad no tiene pérdida y todos los caminos conducen a la Clock Tower.












La torre en sí no tiene nada de particular, lo que sí resulta atractivo es el caótico mercado que se instala diariamente en la plaza y en sus calles adyacentes.









No cabe un piojo más aquí y venden de todo: artesanía de marfil, lana, caramelos, fruta, verduras, hortalizas, azúcar sin refinar, vajillas de plata, guirnaldas de flores, libros antiguos, mirinda de naranja, mirinda de limón, telas de mil colores, pulseras de dos mil colores….


Nos dejamos llevar por el caos y pronto nos convertimos de nuevo en el centro de atención. Todos quieren que un turista compre en su puesto. Tenemos hambre así que compramos unos plátanos mientras continuamos nuestro recorrido.



Luis empieza a encontrarse un poco mal y de repente adopta un color como si quisiera mimetizarse con el plátano. El llamado mal del viajero ha hecho su aparición y necesita ausentarse urgentemente. No es necesario hablar idiomas, una cara lo dice todo y tres segundos después, desaparece seguido de un  séquito local, dejándome en medio del caos.



Lo mejor será no moverme del sitio y esperar. Cinco segundos después la que tiene que echar a correr soy yo. Menudo aguacero está cayendo ¡!! Llevo el equipo de fotografía encima y tengo que refugiarme como sea. Me hacen señales para que entre en un garito. Estoy un poco reticente porque Luís sigue desaparecido. Con señas, porque no hablan inglés, me dicen que no me preocupe, que le avisarán. Pues sí que estamos controlados ¡!. La verdad es que no nos hemos cruzado con ningún turista en la plaza, así que es difícil  pasar desapercibido.



La lluvia empieza a ser intensa y no tengo más opción que entrar. Está a reventar pero enseguida el dueño da cuatro gritos y se redistribuyen para hacerme hueco. Sonrisas cómplices,  gestos amables y alguna que otra incómoda mirada es lo que puedo percibir hasta que cruzo todo el local y puedo sentarme. La humedad concentrada en el interior es insoportable. Todos están saboreando su Lassi banana, una bebida de yogurt que toman como tentempié o acompañando a la comida para mitigar los efectos del picante. Estoy empapada. Me invitan a probarlo. Tiene buena pinta, pero dos minutos de observación son suficientes para darme cuenta de que aquí los vasos no se lavan. Se enjuagan en un cubo con un poco de agua más bien sucia para quitar lo más espeso del yogurt y listo. Aquí la prueba del algodón, es ciencia ficción.



Luis regresa, efectivamente le han indicado donde estaba. Son geniales!. El pobre no está muy fino y no quiere ni oír hablar de probar ese pringoso batido. Lo único que quiere es borrar de su mente la última de sus visitas, un lugar, según él, digno de olvidar. A mí no hacen más que insistirme y como de bien nacidos es ser agradecido y si de algo puedo presumir es de tener un estómago a prueba de todo, pues venga…. Póngame una ronda de Lassi banana con azafrán en ese vaso que no ha visto una gotica de fairy en su vida.

A estas alturas no podemos andar con remilgos. Esto es India, y si no te gusta, te quedas en casa, así que para dentro, mientras pienso que a partir de este momento,  mi concepto de vajilla sucia en un restaurante ya nunca volverá a ser el mismo.

Madre mía ¡!… pero que bueno está esto ¡!! Y yo que me lo quería perder. No sé si será por el yogurt, por el plátano, por el azafrán, por las bacterias o por una combinación de todo, pero es uno de los mejores batidos que he tomado en mi vida. 


Me asomo para ver cómo está el tema. Las calles ya son ríos y la plaza una gran piscina. Sigue lloviendo a mares, así que no nos dejan movernos de allí y con gestos nos indican que ya nos avisaran cuando pare. Limpios no son… pero amables….




Regreso dentro y Luis ha cometido el error de sacar la cámara. Ya tiene casi fila y no le queda otra que ejercer de 
fotógrafo oficial y entretener al personal. Pero hay una modelo muy especial, una nena que desde que Luis ha entrado no le quita ojo y que posa sin pestañear. Su madre saca un ungüento llamado  kohl y le pinta de nuevo los ojos.  Según sus creencias les protege del mal de ojo y les previene de las infecciones.







Hablando de infecciones, Oiga a mí póngame otra ronda de Lassi Banana ¡! El que lleva el cubo lleno de batido me pone cara de: si ya sabía yo que te iba a gustar. Intento agarrar el vaso, pero el camarero es más rápido. No hombre no, que no hace falta que me cambie el vaso. Si total, lo mismo da. Pues no da lo mismo, se lleva mi vaso y me pone otro que rebosa. El batido es muy espeso y me recuerda al blandiblú. Los churretones de Lassi Banana llegan desde la mesa pasando por el vaso hasta mi codo. Lo peor es la sensación pringosa en las manos.


El camarero que está muy atento a todo, saca algo parecido a una  bayeta, negra como el carbón, con la intención de limpiar el escenario… pero logro convencerle de que si hace falta me bebo el Lassi banana de la mesa y se la dejo reluciente pero por favor, ¡¡dosifíqueme los microbios.!!

Vaya cuchitril ¡!! Como llueve ¡! Qué agobio ¡! pero oye, que rico que está ¡!!.  Se lleva el vaso y leo en sus ojos la intención de ponerme otro. No gracias¡  ya tengo suficiente Lassi banana por unos días. Y si de algo estoy segura es de que me he inmunizado para el resto de mi vida.

Y después de daros esta paliza con el lassi banana, imagino que os preguntaréis que porqué no hemos puesto ninguna foto. Pues bien sencillo, después de hacer cientos de fotos durante el viaje, no le hicimos ni una sola al momentazo Lassi Banana. Que os parece?.



Ya!! Ya!! …nos gritan en hindi. Ya parece que para... pues vamos, vamos...
Decidimos salir no sin antes despedirnos de todo el personal. Después de dos horas, ya somos como de la familia. Nuestro chofer debe estar ya subido a la clock tower, porque hace más de una hora que deberíamos haber aparecido. No andamos, nos deslizamos por el barrizal que el agua, la tierra y los desperdicios han formado por toda la calle. Sigue lloviendo y tenemos que aligerar el paso. Luis me da la mano para no resbalar y ya no me la suelta hasta que encontramos a nuestro chofer.  No es que le haya dado por ponerse romántico, es que es imposible despegarse del pringoso lassi banana.




Localizamos a nuestro chofer. Nos recibe con una gran sonrisa. Igual que te recibirían aquí en España si  dejas plantado a alguien durante una hora. Arranca su tuc – tuc y seguimos con nuestro recorrido mientras intento limpiar mis manos con alcohol.




4ª visita: Palacio Umaid Bhawan.

Un palacio del s. XX, que cuenta con 365 habitaciones y que fue construido por 3000 obreros durante 15 años. Sus dimensiones impresionan. Tenemos que dejar las mochilas fuera y sólo podemos coger los objetos de valor. A Luis no le hace ninguna gracia tener que dejar el equipo fotográfico, pero no le queda otra.  La seguridad es muy estricta. Actualmente el palacio hace las funciones de vivienda presidencial y de lujoso hotel al módico precio de 600 € la noche la habitación más sencilla.

El visitante solo tiene acceso al museo y al hotel si es cliente o va a uno de sus restaurantes. La zona presidencial lógicamente está cerrada a las visitas. Uno de los guardas del museo ejerce de guía espontáneo. No le prestamos mucha atención, no le hemos contratado y queremos evitar después discutir por el tema propina. El continúa con sus explicaciones y le da igual sentirse ignorado. La visita es curiosa, por decir que has estado, pero nada más. A la salida nos pide dinero. Hemos intentado decirle educadamente que no queríamos sus servicios, así que ahora no vamos a pagar por ellos, lo sentimos.



Son las 16:30, llevamos 8 horas sin parar y todavía no hemos comido así que decidimos volver al hotel y dar por concluidas las visitas. Nuestro chofer ha sido amabilísimo, muy atento y lo que más nos ha gustado es que no haya intentado llevarnos a una tienda de un amigo de su padre que tiene un primo que tiene un hijo que … cuando te quieres dar cuenta estás entre 200 alfombras preguntándote cómo demonios has llegado hasta aquí si no te gustan las alfombras porque les tienes alergia. 
Por su amabilidad y su buen servicio le damos una propina que hace que nos muestre la mejor de sus sonrisas. Bye, bye my friends!!! es su despedida.




Nada más ver la piscina del hotel decidimos que todo puede esperar. Nos ponemos el bañador y nos damos un chapuzón que nos sienta fenomenal. Por el camino hemos comprado unas pakoras, unos sándwiches y una bolsa de patatas fritas para comer. No nos apetece ir en busca de un restaurante y preferimos picar algo en la habitación después del baño y descansar un poco.



Son las 18:30  y nos levantamos muy empanados de la siesta. El cansancio va acumulándose y de vez en cuando tienes que hacer una cura de reposo y hemos decidido tomarnos el resto del día libre.  Salimos en busca de un cibercafé para conectarnos. Hace días que la familia no sabe nada de nosotros así que es hora de dar señales de vida. Además necesitamos buscar información para el resto del viaje.

Estamos agotados y aún tenemos que organizar las mochilas.  Compramos unas coca colas y algo de picoteo por el camino y regresamos a la habitación mientras hacemos balance del día.

Nuestra llegada a Jodhpur fue un tanto desconcertante, hoy el día ha sido intenso, nos ha dado tiempo a visitar todo lo que teníamos previsto a pesar de que el tiempo no nos ha acompañado.


No hay duda de que Jodhpur no es una ciudad muy desarrollada además de ser  caótica, muy polucionada y estar superpoblada.


Pero tampoco tenemos dudas de que Jodhpur tiene un aire y una luz especial, que no sabemos si es por el color azul de sus casas o por la hospitalidad, amabilidad y simpatía de sus gentes, que nos han hecho sentirnos como en casa a pesar de estar a miles de kilómetros. 






Mañana nos espera un día de traslados. Abandonamos Jodhpur, la ciudad azul para poner rumbo a Udaipur, conocida como la Venezia de Oriente. Suena muy pero que muy bien. A estas alturas del viaje, necesitamos un poco de glamour.











Si quieres ver más fotos http://www.siuler.com

Gracias por visitarnos!

2 comentarios:

  1. Hola viajeros del mundo, estamos entusiasmados leyendo vuestro blog, antes de nada daros las gracias por compartir vuestras vivencias por la India, mi enhorabuena por el blog. Viajamos a la India del 11 al 30 de agosto, en un circuito muy similar al vuestro, vamos dos solos aunque ya hemos contratado la mayoria de las cosas desde aqui. No tan mochileros como vosotros. DONDE esta el dia 14??? En un sin vivis estamos. Si teneis alguna recomendacion especial del viaje estariamos encantados de recibir vuestros comentarios, os dejo el mail por si aca (dgb_jm@yahoo.es) y cargar los dias q faltan q nos vamos en 3 semanas, gracias. Juanjo y Diana.

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  2. Hola Juanjo y Diana!!!. Muchísimas gracias por vuestros comentarios. Nos alegramos que os guste y también de que esté siendo útil para preparar vuestro próximo viaje. El día 14 todavía no lo tenemos actualizado,!! ya nos gustaría poder dedicarle más tiempo !!, pero vamos despacito. El resto de entradas corresponden a las ciudades de Ranakpur, Udaipur, Pushkar y Jaipur. Udaipur nos encantó !! espero que lo tengáis incluido en vuestro trayecto y los lagos tengan agua.

    Y como recomendaciones ( os las escribimos aquí para q puedan leerlas otros viajeros ;)).... paciencia, mucha paciencia. India es un país único y muy especial, así que lo mejor es mimetizarse, dejarse llevar y no estresarse. Un poquito atentos a los buscavidas y timadores, pero sin preocuparse, se les ve enseguida. No os fieis del "ese hotel está lleno o no existe y yo conozco uno mejor...."o de "ese billete no es válido, acompañame..." o "ahora tiene usted que pagar también....". Paciencia también con los comisionistas de agencias, chóferes y demás. Si habéis contratado algo con ellos, intentarán que os llevéis una alfombra o telas para confeccionar 200 saris a cambio. Hay que mostrarse decidido y claro con estos temas, porque os harán perder mucho tiempo. Y para compras lo mejor son los mercados locales, mucho más baratos. En India el turista despierta muchísima curiosidad pero nadie se acercará a vosotros gratuitamente. Somos dinero fácil y siempre querran sacaros algo a cambio.

    Y ahora las recomendaciones de mamá: Hidratación máxima pq hace muchísimo calor ( agua y coca cola que hace que revivas ) y extremar las medidas de higiene porque es India. Ah! y llevaros una linterna pq seguro que la usaréis más de una noche de vuelta al hotel pq el tema iluminación lo llevan un poco mal. Y no puede faltar en vuestro equipaje un buen botiquin y un buen seguro de viajes. El resto , las habituales que hayáis tomado para otros viajes .

    Qué envidia nos dáis !!! seguro que más de un día acabaréis saturados y os preguntaréis que demonios hacemos nosotros aquí puediendo estar debajo de un cocotero. Pero te aseguro que es una reláción amor - odio la que se establece con India. En las escaleras del avión hacia España, ... ya estáras pensando en volver !!
    Buen viaje !!! Disfrutarlo al máximo !! y ya nos contaréis a vuestra vuelta. Y por supuesto os esperamos en nuestro blog. ( Publicaremos alguna entrada más en estas próximas semanas )
    Si necesitáis más información sobre hoteles, trayectos, o de cualquier tema podéis escribirnos a siuler@siuler.com.
    Un abrazo, viajeros!!!!

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