Un lugar mágico en el que perderse: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Nos encanta la montaña !!! 

Quizás porque hemos nacido en ellas y vivimos cerca de ellas. Y por ello nos gusta disfrutar de todo lo que nos ofrecen y por supuesto compartir aquellos rincones en los que nos gusta perdernos siempre que podemos.
Uno de ellos se encuentra a tan solo dos horas de donde vivimos, en el Pirineo Oscense y  es   el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Ejemplar de sarrio en la ascención a Monte Perdido

¿ Sabías que es el segundo parque nacional más antiguo de España, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997, así como Reserva de la Biosfera y Zona de Especial Protección para las Aves ?

Vista del Cañón de Añisclo

Existen muchas rutas y excursiones para realizar con diferentes niveles de dificultad y duración para que todos sus visitantes, desde los más pequeños hasta los más expertos puedan disfrutar de esta maravilla de la naturaleza. Si bien es cierto que resulta imprescindible informarse bien antes de iniciar cualquier ruta debido a la dificultad de alguna de ellas, si se quieren evitar sobresaltos.

Vista de la zona de la Escupidera en la ascensión a  Monte Perdido

El pico de Monte Perdido con sus 3355 metros, es el punto de mayor elevación y junto con el pico Añisclo y el Cilindro de Marboré conforman el macizo de las Tres Orores, una de las moles calcáreas más altas de Europa. 

Valles glaciares e impresionantes crestas armonizan entre sí formando magníficos paisajes. 

Mención especial se merece la cascada del Ciclo de Gavarnie que con sus más de 400 metros de caída vertical, es la más alta de Europa.

 

Para visitarlo, cualquier época del año es recomendable y cada una tiene su encanto. Aunque es en Otoño cuando Ordesa muestra toda su magia. Pasear sin dejar huella por sus coloridos y silenciosos bosques, como el Bosque de las Hayas, es uno de los mejores remedios para olvidarnos de las preocupaciones cotidianas y sin duda una de las mejores formas de disfrutar de todo lo que la naturaleza nos ofrece.

 

Decía León Tolstói que hay quien cruza el bosque y solo ve leña para el fuego....  Nosotros decimos que quien se adentra en esta maravilla sólo ve lugares en los que a uno le gustaría perderse.