Día 1- Comienza nuestro viaje: Zaragoza – Nueva Delhi

29 de agosto de 2010.

Son las 07:00 de la mañana, es hora de cerrar las mochilas. Llevamos mucho tiempo preparando este viaje, pero todo camino por largo que este sea, comienza con el primer paso,
en nuestro caso llegar a Madrid.

09:00 am, ya nos hemos despedido de la familia y hemos recibido las últimas recomendaciones:  cuidado con el equipaje, cuidado por donde vais, cuidado con lo que coméis....  Desde Atocha tenemos que dirigirnos a la terminal 4 satélite del aeropuerto de Barajas. La rapidez del ave es indiscutible, nos ha costado menos llegar de Zaragoza a Madrid, que desde la estación de Atocha a la T4.

Por fin en el aeropuerto, que ganas tenemos de quitarnos las mochilas. Llevamos el pre-checking hecho, de esta manera evitamos esperar interminables filas. Viajamos con la compañía British Airways, así que nos dirigimos a los mostradores previo embalaje de nuestras mochilas ( 6€ cada una ) por motivos de seguridad. Tres minutos después tenemos las tarjetas de embarque y hemos facturado nuestro equipaje. Viva internet!!.

Rumbo a Londres,  y como no, con retraso incluido. Tenemos que cambiar de terminal y no disponemos de mucho tiempo, …. No les daría igual salir 15 minutos antes ??? Pues no,  así que nada más bajar del avión nos toca hacer un poco de ejercicio... running por Heathrow. Objetivo conseguido, hemos llegado a nuestra puerta de embarque y podemos hasta tomarnos un café. Ahora ya podemos relajarnos, son vacaciones y está prohibido estresarse.

17:30 pm ( 18:30 hora española ) última fase de nuestro viaje. Nos esperan unas cuantas horas y un poco más, porque parece ser que hemos pagado los billetes con la opción de retraso incluida, pero ya nos da igual porque no tenemos que realizar ninguna conexión más. Es hora de relajarse e intentar disfrutar en la medida de lo posible de las próximas 9 horas. El avión no es de los mejores, un poco espartano aunque los asientos resultan ser bastante cómodos.

07:30 am hora india ( 02:30 hora de Londres, 03:30 hora española… vaya jaleo), no vemos el momento de salir del avión, aunque cuando abren las puertas,  nos queremos morir. La primera bofetada de calor te corta la respiración, la humedad tampoco facilita las cosas...pero si solo son las 07:30 de la mañana ¡!.

Ahora toca pasar por el control de visados. Los hemos gestionado en España a través de la página www.indiavisados.com. Servicio rápido, cómodo y fiable. En aproximadamente 10 días laborables los recibes en la oficina de Seur más cercana a tu domicilio previo pago de las tasas correspondientes ( 72€ por persona, con gastos de envío incluidos)

De momento todo va bien,  ya tenemos los sellos de rigor, así que solo nos queda cruzar los dedos para ver salir nuestras mochilas por la cinta. Mientras Luis espera nuestro equipaje yo voy a cambiar un poco de dinero a rupias para evitar filas después ( 1€=58 indian rupee, INR ). Si divides tareas y te organizas, evitas esperar largas filas. Nuestro equipaje llega sano y salvo, es hora de ir al hotel.

Han pasado tres minutos y ya nos hemos mimetizado completamente en el ambiente. Nos toca regatear el precio del taxi. Primer asalto, España 1 – India 0, pero no fue fácil. Cuando llegas de un largo viaje lo que menos te apetece es empezar a regatear el precio, pero hay países donde es imposible saltarse este paso. En ocasiones es desesperante y a veces te encuentras en la situación de estar regateando por céntimos de €, pero son las normas de su juego, así que, o entras en él o el presupuesto de tu viaje puede descontrolarse.

12:00 am, por fin oímos el ansiado “ Welcome to India “. Han pasado  27 horas desde que salimos de Zaragoza y el cansancio empieza a pasar factura. El  calor y la humedad no ayudan mucho, así que solo tenemos ganas de darnos una ducha y descansar un poco. Nos alojamos en el Sunstar Grand Hotel de Nueva Delhi, lo hemos reservado por internet, 37€ la habitación doble. Reúne nuestras tres máximas, céntrico, limpieza aceptable y con piscina. Las  vacaciones son también para descansar  y disfrutar y lo bueno de hacer un viaje por tu cuenta es que puedes adaptarlo en función de tus gustos y prioridades.